Elementos para una TEORÍA DEL ENTUSIASMO

La cara oculta de RAYUELA. Por Jorge Fraga

27 de enero de 2012

Teoría del Entusiasmo y Biblioteca Cortázar (3)

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«muchas cosas divinas se sustraen al conocimiento

por falta de fe»

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Señales y anotaciones manuscritas realizadas por JC en sus libros de lectura

apuntan a los temas y presupuestos desplegados por la TdelE.

Seguimos ese rastro tras las paredes de la Fundación March en Madrid

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El Heráclito de Farré

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De los libros conservados en la Biblioteca Cortázar, el de Battistini no es el único libro sobre Heráclito profusamente subrayado por el escritor. Junto a Trois contemporains..., debemos tener en cuenta también el ensayo de Luis Farré que lleva por título Heráclito: exposiciones y fragmentos, editado por Aguilar en Buenos Aires. En la p. 114 de esta obra, Cortázar subrayó lo siguiente: “En este texto, (se refiere a De mundo 5, 369b), Aristóteles denomina a Heráclito el oscuro, apodo con el que se le conoció en la antigüedad”. Esto nos indica ya la conveniencia de tratar este libro como uno de los textos nutrientes de Rayuela.

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Las habituales indicaciones manuscritas en la primera página nos permiten fechar las respectivas adquisiciones: el libro de Battistini, editado en 1955, fue adquirido por Cortázar en 1956; el ensayo de Farré, publicado en 1959, lo compró el escritor en 1960. De corresponderse estas adquisiciones con la lectura real de los libros y su subrayado, la nueva fecha nos revela que el escritor renueva su interés en el antiguo pensador griego en plena elaboración de Rayuela. Quizá el libro de Battistini sirviera de inspiración directa para el Persio de Los premios, y después se le añadiera la obra de Farré para retomar esa misma inspiración de cara al libro siguiente: en tal coyuntura, la figura de Heráclito estaría mostrando su gran importancia de cara a los contenidos metafísicos de las nuevas obras de Cortázar.

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En todo caso, los numerosos subrayados de este nuevo Heráclito remiten directamente al libro insólito; es decir, a la versión de Rayuela defendida en exclusiva por la Teoría del Entusiasmo Ello se observa ya en uno de los primeros pasajes destacados por el escritor, directamente vinculado con lo esotérico y con lo mistérico (éste y los subrayados siguientes, siempre de Cortázar):

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Macchioro, Pfleiderer y Nestle han querido ver en Heráclito una continuación del espíritu místico-religioso de los órficos. (p. 25)

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Esto otro, a su vez, apunta a las afinidades espirituales, evidentes, entre Cortázar y Heráclito:

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La explicación tiene que encontrarse en el adentramiento. Es una revelación interna. Ahí van, a la par, razón (logos) y sabiduría. (...) “Pertenece al alma una razón que está en crecimiento continuo” (p. 61)

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En la página 79 nos encontramos con elementos que remiten a la visión de un Cortázar carismático. Aquí, la tres primeras líneas se hallan recogidas por Cortázar con una llave lateral; el subrayado, pues, es doble. Incluyo en la transcripción parte del contexto inmediatamente posterior; aunque no fuera destacado por Cortázar, nos ayuda a situar mejor la orientación general del ensayo:

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“Su carácter es demonio para el hombre” (frag. 119). Algunos traducen la palabra griega ήθος por ética o moral. Demonio es inspiración, vocación, fuerte tendencia a obrar. El ser ético del hombre depende del estado de su alma; procede de un impulso interno. (...) Toda la física de Heráclito, ha demostrado Abel Rey, se vincula con un fin ético-religioso y con la necesidad de un camino de salud espiritual. (...) insatisfecho del naturalismo, descansa antes bien en soluciones morales, religiosas y metafísicas.

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El siguiente pasaje tampoco fue subrayado por el autor; lo añado, no obstante, por su calidad de retrato entusiasmosófico del propio Cortázar, como si de una Apócrifa Morelliana se tratase:

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La filosofía surge de la admiración, enseñaban los antiguos; pero también, a la par, despierta sentimientos religiosos. Es una reacción que el alma vigilante y consciente fomenta con cuidado, sin desviarla hacia dogmatismos que ciñan la visión. Epicuro, que, en el particular, se podría considerar un alma gemela de Heráclito, adoptaba actitudes análogas. Son reacciones espontáneas, directas, no mediatizadas, por intereses doctrinales. Es el alma que, por sentirlo y entreverlo, venera el misterio. Ni la ineficaz e insensata rebelión contra lo desconocido, propia del ignorante infatuado; ni el abyecto conformismo del utilitarista que, en seguida, buscan su provecho. Aceptan respetuosamente el misterio, lo veneran y se esfuerzan modestamente en entenderlo. Expresan una veneración a la vez mítica y mística, conjunción del espíritu primitivo, puro e ingenuo y del alma apesadumbrada por la reflexión y que, a través de ella, se inquieta por su primitiva inocencia. Me inclino a creer que ésta es la actitud de Heráclito en relación a lo que se denomina religión.

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La frase siguiente, que recoge el fragmento 86 de Heráclito y que constituye quizá la más antigua formulación conocida de la Teoría del Entusiasmo, sí fue subrayada por Cortázar; se halla destacada por una doble llave lateral, más un signo de admiración:

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El alma verdaderamente religiosa sabe que “muchas cosas divinas se sustraen al conocimiento por falta de fe” (p. 87)

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A su vez, la frase siguiente, que en mi opinión apunta al tipo de texto doble que estaba elaborando Cortázar (a saber; con una radical dualidad esotérica/exotérica de su sentido), mereció cuatro llaves laterales, a añadir al subrayado:

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Cuando se apunta hacia la final explicación, entonces logos, lo común, la norma, la ley, zeos o lo divino se ofrecen como matices de una misma realidad (p. 89)

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En páginas siguientes, Cortázar sigue insistiendo en subrayar los mismos aspectos de la figura de Heráclito; su particular religiosidad, por un lado, y cómo trasladarla a lo textual, por el otro. El extracto siguiente es como un comentario crítico de la lectura común de Rayuela:

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Lo que repudia, por lo tanto, Heráclito es el quedarse en las señales, que no son sino invitaciones para penetrar en lo religioso (pp. 88-89: con llave lateral simple)

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Manteniéndonos siempre en una identificación entre Heráclito y el Cortázar de “El perseguidor”, Los premios y Rayuela, el párrafo siguiente encaja, de un modo asombroso, como previsora corrección de la lectura cancliniana, es decir, de toda versión reductivista de la antropología cortazariana:

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“...aparece la doctrina de H. como la primera antropología filosófica. Su filosofía del hombre es, por decirlo así, el más interior de los círculos concéntricos, mediante los cuales es posible representar su filosofía. Rodean el círculo antropológico, el cosmológico y el teológico. Sin embargo, no es posible separar estos círculos. (...) El hombre de Heráclito es una parte del cosmos. Como tal, se halla sometido a las leyes del cosmos como el resto de sus partes. Pero cuando adquiere conciencia de que lleva en su propio espíritu la ley eterna de la vida del todo, adquiere la capacidad de participar en la más alta sabiduría, cuyos secretos proceden de la ley divina” [W. Jaeger] (pp. 92-93. La primera frase, con llave lateral doble)

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En la misma línea, esto otro constituye una contestación avant la lettre a la visión freudiana de la obra cortazariana sostenida por Saúl Yurkievich:

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Es un despertar de la conciencia individual en el todo; o es también el todo, revelándose en la conciencia individual. Ahí está la grandeza del hombre: ascender, en su individualidad, a la comprensión del todo (p. 95; con llave lateral simple)

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Otros pasajes de este libro subrayados por Cortázar no pueden reproducirse aquí, pues pertenecen a la dimensión silenciosa de Rayuela. Le corresponde al lector activo y cómplice, si es su deseo, el buscarlos y el tratar de reconocerlos...

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20 comentarios:

  1. Gracias Jorge por su imponderable agilitarnos relecturas y sinfronías a través de los ojos de Cortázar y su mano subrayante y glosadora.

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    1. Gracias también, Mario César, por estar ahí compartiéndolo.

      Por cierto; en cuanto tenga la oportunidad, me sumergiré en los textos de Jenófanes y de Empédocles, en busca de las referencias que me indicó bajo el último 'Cortázar carismático'. Pero si usted no pudiera resistir la tentación de aportar algún jugoso extracto, no iré a reprochárselo...

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  2. Sí; hay un poema de Jenófanes que connota la cuestión y otro de Empédocles que la denota claramente. Aludo a lo que , analógicamente podemos llamar una función y situación AVATÁRICA ( en sentido figurado) Tanto esos presocráticos como Cortázar, claramente en la cita reciente de LOS PREMIOS, dramatizan un haberse agachado demasiado y caido abruptamente ( o resulta abrupta la súbita consciencia de ese "indeseado" descenso) Sea como sea, a regañadientes, despectivos y aun coléricos (recordemos la furia de un Platón cercano a los 90 años que bramaba como un toro, execrando su calustrofobia cósmica), Jenófanes y Empédocles o comprensiva, compasiva, tolerante e "igualitaria" manera cortazariana; asumen y realizan su misión testimonial y develadora.

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  3. Hay un texto de Michel Valsan que explica la alucinante noticia guenoniana sobre la iniciación descendente para los AVATARES. Esta iniciación se confiere por seres ordinarios a seres ordinarios y sin consciencia de ello en los 3 últimos grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. El que ateos o libre pensadores o iniciados sólo virtuales transmitan y reciban lo que deberían transmitir Dioses y recibir Avatares tiene su razón de ser y su beneficio.

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  4. Pero dejando este tema de cómo los distintos grados masónicos son como planos que se internalizan y nos sirven aun para próximos estados y nos conectan ya, aunque sea virtualmente, con los estados superiores; nos detenemos que lo de la iniciación descendente para la situación avatárica viene como anillo al dedo de lo que tan particularmente denota y connota el cotexto que citaste de LOS PREMIOS.

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    1. Estupendos comentarios, Mario César
      En todo esto transluce la cuestión de cómo los gestos y actos humanos pueden, siempre mediante la analogía, invocar la acción de los planos superiores... ¿O es más bien al contrario? Dilema entusiasmosófico, sin duda. O sin ningún dilema; en todo caso, tales gestos (ritos, ritmos, cifras... un libro doble)son como la escalera por la que suben y bajan las conciencias. Como en el sueño de Jacob. Un pasaje, como diría Cortázar.

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  5. Es como lo de ANTONIN ARTAUD "me asomé y terminé acá sin haber nacido", variante de las maldiciones y lamentaciones presocráticas, arrebatados de su ERRANCIA DEMÓNICA y condenados a instruir,advertir, despabilar a empecinados ciegos, sordos y distraídos...

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  6. Es cosa de Necesidad, y determinación antigua, eterna de los Dioses, con amplios juramentos re-sellada, que si alguno tal vez de los Demonios a quienes cayó en suerte vida larga, por sí y ante sí profanar con criminoso asesinato amables miembros, o, si hubiese faltado en algo, aun además jurare en falso, errático ande tal Demonio por triples diez mil años distante de lugar de Bienaventurados; y que naciendo vaya tal Demonio bajo todas las formas variadas de Mortales, de cabo a cabo de los tiempos, a o largo de tornadizas sendas molestas de la vida.

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  7. Como Yo voy ahora ahora vagabundo y prófugo del cielo, obedediente a la maniática Discordial.

    Que ya Yo mismo doncella y doncel fuiz una vez, ave y arbusto, y en el Salado fui pez mudo.

    ¡Ay de mí!, porque a tiempo no me deshizo el Día despiadado, aun antes que en mis labios intentara de la voracidad los gestos posesores. De tal holgada beatitud y de tal hora -¡desdichado de mí!- al prado me volví de los mortales.

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  8. Lloré y me lamenté porque en lugar extraño me veía; lugar, y no de agrado, en que el Asesinato y Rabia y la ralea entera de los Hados, y las Enfermedades secas, las contagiosas, las de fluyentes obras de Desvarío por el prado vagan y por la sombra. Aquí se hallaban Chtonia, y la de vista de largo alcance, Heliopea; Pelea, la sanguinaria, Armonía, la de ojos sosegados; Fealdad y Belleza; Retardación y Prisa; Sinceridad, la amable, y Disimulación, la de negras pupilas; Nacimiento y Perecimiento; Dulce Sueño y Vigilia; y la Inmovilidad y Movimiento; Miseria y multicoronada Grandeza; Celeste Voz y divino Silencio. Con ellos llegué a esta caverna bien cubierta.

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  9. ¡Ay de ayes!

    ¡oh progenie de los mortales, despavorida y malafortunada!
    ¡den qué discordia fuiste y en qué apreturas engendrada!
    Qué etérea Fuerza hasta el Mar va a acosando a los mortales; pero el Mar de sí los escupe hacia la firme Tierra; la Tierra a su vez los expone del Sol a los fulgores incansables, mas el Sol los embala en remolinos de Aire. Que, así, uno de otro los recibe más todos los maldicen.(...)

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  10. (...) Otra cosa he de decirte; ninguna de las cosas mortales ha tenido nacimiento, como no es la muerte más terible de especie acabamiento; que nacimiento y muerte son nada más discernimiento y mezcla de cosas mezcladas; aunque, además, de esto, reciban de los hombres de nacimiento el nombre.

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  11. Que no hay artificio para engendrar de de lo-que-no-es; y que lo-que-es perezca es no hacedera y descarriada empresa; porque, apóyese uno en lo que se apoyare, todo andará siempre dentro de lo-que-es la esfera,

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  12. Pronto seguiré transcribiendo esta traducción de Juan David García Baca del poema de Empédocles.

    No me animé ayer a explicitar el punto de la cuestión por resabios del temor al ridículo. Pero me animo hoy: En el contexto de la versión de LAS MULTITUDES MIXTAS de que no todos provienen de ADÁN y EVA y otras versiones no semíticas; y de que no todos son seres humanos y etc, podemos postular que ciertos seres que asumen su CLAUSTROFOBIA CÓSMICA, que jamás se acomodan totalmente ni dejan de extrañarse, que presienten o saben que no han nacido y etc. como Empédocles, Baudelaire, Rimbaud, Artaud, Kafka, en variantes intempestivas, Sturm und Drung ;y otros, en variantes más clásicas, risueñas como Ionesco y Cortáza son "PEQUEÑOS AVATARES"

    No olvidemos que ciertas versiones muy tradicionales lo dan a PITÁGORAS como un auténtico y real AVATAR DELFICO...

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    1. Celebro la entrada en este tema, que me parece bien afortunada...

      La percepción común de la identidad humana (ya sea personal, ya sea como especie) como algo homogéneo, unitario y estable se enfrenta a algunos cuestionamientos, a mi parecer, a poco que fijamos la atención en ello.

      Los casos excepcionales de los que hablas aquí serían casos de habitación por un ser superior (ahora me viene a la mente, por poner otro ejemplo -aunque de menor calado- la obra de Enki Bilal iniciada con "La feria de los inmortales").

      Mucho más frecuente es la posesión por fuerzas inferiores, involucionistas: ya sean fobias, adicciones, depresiones...
      ¿No se igualan entre sí todos los adictos a una droga en particular? Hace poco una amiga que dejó atrás una depresión muy profunda me relataba su proceso en términos de sustitución, de posesión; mi amiga se hallaba como sometida a algo que no era ella, que la dominaba, y que la abandonó en cuanto tomó una drástica decisión que no viene a cuento...

      La visión de nuestro cuerpo -y el de nuestro prójimo- como habitáculo para otras entidades no era tan extraña en la antigüedad griega...

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  13. Sí, es el tema o uno de los más importantes el de ESTAR OCUPADOS, USURPADOS (Cfr. RIMBAUD)

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  14. En este espacio hablábamos de este tema popularizado por Castaneda:
    http://lacomunidad.elpais.com/edumontoliu/2007/6/5/en-u

    Joan Couliano en LAS TÉCNICAS DEL ÉXTASIS y Elemire Zolla en LA AMADA INVISIBLE hablan de las ocupaciones y posesiones buscadas.

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  15. Dios se hizo hombre para que el hombre se haga Dios (Irineo-Catalina)
    Esta tesis cristiana , que devela al cristianismo anterior al cristianismo (San Agustín) y testimonia huellas de venados mágicos, dinizaciones plotinianas allende las bondades, y avatarizaciones, late, entre paredros y figuras, desde LOS PREMIOS, 62...la RAUYELA y sus ecos...

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    1. Cortázar a Jean Barnabé, en plena escritura de Rayuela:

      «“El perseguidor” es diferente [con respecto a su obra anterior] (...) Ahí andaba yo buscando la otra puerta. Pero todo es tan oscuro, y yo soy tan poco capaz de romper con tanto hábito, tanta comodidad mental y física (...) Para subir a la Santa María y poner proa al misterio hay que empezar por tirar la yerba a la basura»

      Para entender la obra de Cortázar, desde "El perseguidor" hasta Rayuela, hay que poner el rumbo de la lectura en dirección al Misterio.

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