·
En abril de 2003, en el núm. 634 de los Cuadernos Hispanoamericanos, apareció «El otro autor de Rayuela»: en ese escrito de apenas seis páginas, un tal Pere Canal Vila aventuraba la hipótesis, primero, de que el mayor libro de Cortázar presentaba una estrecha e intima conexión con la obra de Friedrich von Hardenberg, Novalis; y segundo, que esta conexión había sido deliberadamente ocultada en el libro. Se trataría, por lo tanto, de un «escamoteo», concebido por el escritor argentino como un reto lanzado a su lector cómplice, una de cuyas atribuciones sería, precisamente, descubrir esa ausencia.
·
Desde su publicación en 2003, la doble hipótesis de Canal –por lo menos hasta donde yo sé– no ha tenido ninguna repercusión entre la crítica de Rayuela. Yo mismo, pese a estar al corriente, no me he referido nunca al asunto. Y sin embargo, para la Teoría del Entusiasmo, no cabe duda de que nos sitúa ante una de las estructuras ocultas de Rayuela: de hecho, la figura de Novalis y su ausencia del texto explícito de la obra son parte fundamental de esas estructuras. No, no se trata del libro oculto; de esto otro, Pere Canal no dice nada, y cabría entender que no ha llegado aún a descubrirlo. No obstante, sí nos entrega la llave que permite llegar ahí.
·
Dicho de otro modo: Novalis es condición necesaria, pero no suficiente, para acceder al libro oculto. Si no nos habíamos referido anteriormente a este importante asunto, tal como se ha dicho, era por dos razones. En primer lugar, porque Pere Canal, a nuestro juicio, había cometido un error al hablar abiertamente de ello. Si Cortázar se calló con respecto a la presencia de von Hardenberg en Rayuela (y sobre tantas otras cosas) fue por un motivo muy claro; para que el lector cómplice lo descubriera por sí mismo. Ya he hablado de ese necesario silencio en diversas ocasiones, y yo mismo he tratado de respetarlo al máximo, hablando únicamente de aquello que el propio Cortázar llegó a decir, y callándome el resto.
·
La segunda razón radicaba en que el artículo, pese a sus numerosos aciertos, no ofrecía una argumentación lo suficientemente sólida; claramente, el alcance de la cuestión demandaba un estudio más completo y detallado, más allá de las seis páginas en que consistía ese artículo.
·
Con todo, el propio Canal debió ser consciente de esto último: en el año 2009 convirtió la misma conexión entre Rayuela y Novalis en el objeto de una «Tesina» universitaria, que habría permanecido inédita hasta hace unos pocos meses (febrero/marzo de 2024), cuando el autor decidió publicarla, en su idioma catalán original, en su blog titulado «Les 3 taronges» (https://3taronges.blogspot.com/)
·
Esta «Tesina» académica, ahora sí, presenta una argumentación sólida y bien razonada. En ella se plantea la conexión Rayuela/Novalis, muy acertadamente, en términos de una «reescritura analógica». Al publicarla él en su blog, por cierto, deja sin efecto mis anteriores reticencias: por un lado, ya no tiene ningún sentido seguir callando respecto a lo que otro, por dos veces ya, ha expresado abiertamente; y por el otro lado, el asunto está ahora perfectamente expuesto. Así pues, me he decidido a reproducir aquí, con permiso expreso del propio Pere Canal, el estudio por él realizado.
·
A pesar de su notable extensión, me ha parecido innecesario traducir el texto: al ser muy cercano a nuestro español, el catalán no debería presentar mayores dificultades que las que ofrecen textos en francés o inglés, que igualmente he publicado siempre en su forma original.
·
El estudio se divide en tres partes principales, divididas a su vez en diversas secciones:
INTRODUCCIÓN
I. LAS SEMEJANZAS RAYUELA/NOVALIS (Rayuela y el Ofterdingen / Los escritos teóricos)
II. NOVALIS EN LA OBRA DE CORTÁZAR (De 1946 a 1952 / De 1952 a 1967 / A partir de 1967)
III. EL ESCAMOTEO DE NOVALIS EN RAYUELA (Análisis del cap. 60 / Los otros capítulos)
CONCLUSIÓN
·
De Pere Canal:
SOBRE RAYUELA Y NOVALIS
Parte II: Novalis en la obra de Cortázar
3ª sección: A partir de 1967
(en catalán)
·
Tercera etapa: A partir de 1967
·
Després de Rayuela tenim una primera referència explícita a Novalis, que es relaciona amb el procés d'escriptura de 62, modelo para armar. Es tracta d’una nota manuscrita (inèdita; gentilesa de Carles Álvarez Garriga) en què Cortázar diu: «Novalis, Henri d’Ofterdingen. Cf. p. 138 para la secuencia de ‘62’». Resulta impossible datar aquesta nota amb precisió, tal com està escrita, a mà, sobre un paperet solt. El més interessant, per a nosaltres i en aquests moments, és que el títol de la novel·la de Novalis està en francès; això podria apuntar a la possibilitat, ja tinguda en consideració per a nosaltres, que Cortázar no conegués l’Ofterdingen fins que es va instal·lar a París.
·
[Nota: En aquest treball hem usat una edició francesa, i bilingüe, de l’Ofterdingen, del 1942, editada per Aubier-Montaigne, i molt ben prologada per Marcel Camus. En diverses ocasions hem tingut la impressió que aquesta podria ser exactament la mateixa edició que va adquirir Cortázar. Valgui aquest exemple:·
[Morelli] No parecía proponerse una teoría, no era nada fuerte para la reflexión intelectual, pero de todo lo que llevaba escrito se desprendía con una eficacia infinitamente más grande que la de cualquier enunciado o cualquier análisis, la corrosión profunda de un mundo denunciado como falso (Rayuela, cap. 141, p. 441)
Novalis se sentait incapable de donner à sa pensée la cohésion et le rigueur d’un système philosophique; son esprit procédait par intuitions particulières et limitées: il avait les dons du poète, et non du philosophe. Mais la synthèse restait une de ses préocupations: le roman qu’il se décide à écrire va lui donner le moyen re la réaliser sous une forme nouvelle. (Camus, op. cit., p. 7)
·
No podem saber si la nota manuscrita és anterior o posterior a una altra menció al Novalis novel·lista que figura a La vuelta al día en ochenta mundos, publicat al 1967, un any abans que 62. En tot cas, l’enorme importància de la menció de Novalis a La vuelta… no radica en si és la primera o la segona, sinó en els elements que ens aporta:
·
• D’una banda, hi trobem altre cop, tal com ja va passar a la primera etapa, una vinculació de Novalis amb autors de primera fila dins la visió de Cortázar, amb una variació important: ara no només se’l vincula amb referents literaris (Rimbaud, Nerval), com és la tònica de les mencions prèvies a Rayuela, sinó també amb referents d’altres àmbits creatius (Duchamp, Picasso, Charlie Parker), com és la tònica a Rayuela.
·
• D’altra banda, cal parar atenció a l’extensió i a l’estatus d’aquesta menció a Novalis: ja no és una simple cita, ni una referència marginal en la qual la figura de l’alemany adquireixi els seus trets per òsmosi amb els seus veïns contextuals, sinó que Novalis passa a ser l’element central de tot un capítol. En tan sols dues pàgines i mitja, se’l cita dues vegades al principi i una tercera vegada cap al final; dels quatre paràgrafs que formen el capítol, Novalis és el subjecte del primer, format per una sola frase, i és el primer en aparèixer en el segon i el quart paràgrafs; a més, els dos gràfics que acompanyen el text remeten a la Flor Blava.
·
• Encara més: les mencions textual i gràfica a la Flor Blava situen clarament el text en relació a la vessant narrativa de Novalis, i a l’Ofterdingen en particular. Aquí, Novalis adquireix plena notorietat com a novel·lista i no com a poeta. I aquí, Cortázar dóna mostres explícites d’haver-se llegit l’Ofterdingen.
·
• En quart lloc: el títol del capítol en què apareix aquesta menció («Morelliana, siempre») remet directament a l’univers textual de Rayuela i, en particular, a la figura del seu autor fictici. En aquest sentit, aquest títol i aquest capítol suposen el vincle més explícit que es pot trobar entre Rayuela i Novalis: és l’excepció a la qual hem al·ludit en la Introducció del treball.
·
• Finalment, allò que per a nosaltres, juntament amb la vinculació amb Morelli, és el més important: el capítol parla de qüestions compositives i, dins aquest context semàntic, està suggerint alguna cosa més que una forta vinculació espiritual amb Novalis. En particular, Cortázar empra el terme inspiració. Si llegim aquest capítol en la clau de la hipòtesi que plantegem nosaltres, el text sembla ben bé una confessió, incloent-hi fins i tot la qüestió de l’escamoteig de qualsevol menció al nom de l’escriptor alemany.
·
Donades les cricumstàncies, paga la pena reproduir el text gairebé en la seva totalitat:
·
Morelliana, siempre
Como los eléatas, como San Agustín, Novalis presintió que el mundo de adentro es la ruta inevitable para llegar de verdad al mundo exterior y descubrir que los dos serán uno solo cuando la alquimia de ese viaje dé un hombre nuevo, el gran reconciliado.
Novalis murió sin alcanzar la flor azul, Nerval y Rimbaud bajaron en su día a las Madres y nos condenaron a la terrible libertad de querernos dioses desde tanto barro. Por todos ellos, por lo que a veces se abre paso en nuestra cotidianeidad, sabemos que sólo desde el fondo de un pozo se ven las estrellas en pleno día. (…) Por mi parte, tengo la certeza de que apenas las circunstancias exteriores (una música, el amor, un extrañamiento cualquiera) me aíslan por un momento de la conciencia vigilante, aquello que aflora y asume una forma trae consigo la total certidumbre, un sentimiento de exultante verdad. Supongo que los románticos guardaban para eso el nombre de inspiración, y que no otra cosa era la manía.
Todo eso no puede decirse, pero el hombre está ahí para insistir en decirlo; el poeta, en todo caso, el pintor y a veces el loco. Esta reconciliación con un mundo del que nos ha separado y nos separa un aberrante dualismo de raíz occidental (…) puede apenas sospecharse a través de vagas obras, de raros destinos ajenos, y más excepcionalmente en arrimos de nuestra propia búsqueda. Si no se puede decir hay que tratar de inventarle su palabra, puesto que en la insistencia se va cerniendo la forma y desde los agujeros se va tejiendo la red; como un silencio en una música de Webern, un acorde plástico en un óleo de Picasso, una broma de Marcel Duchamp, ese momento en que Charlie Parker echa a volar Out of Nowhere, estos versos de Attar:
Tras de beber los mares nos asombra
que nuestros labios sigan tan secos como las playas,
y buscamos una vez más el mar para mojarnos en él,
sin ver
que nuestros labios son las playas y nosotros el mar
Allí y en tantos otros vestigios de encuentro están las pruebas de la reconciliación, allí la mano de Novalis corta la flor azul. No hablo de estudios, de ascesis metódicas, hablo de esa intencionalidad tácita que informa el movimiento total de un poeta, que lo vuelve ala de sí mismo, remo de su barca, veleta de su viento, y que revalida el mundo al precio del descenso a los infiernos de la noche y del alma. Detesto al lector que ha pagado por su libro, al espectador que ha comprado su butaca, y que a partir de ahí aprovecha el blando almohadón del goce helénico o la admiración por el genio. ¿Qué le importaba a Van Gogh tu admiración? Lo que él quería era tu complicidad, que trataras de mirar como él estaba mirando con los ojos desollados por un fuego heracliteano. (...) y yo escupo en la cara del que venga a decirme que ama a Miguel Angel o a E. E. Cummings sin probarme que por lo menos en una hora extrema ha sido ese amor, ha sido también el otro, ha mirado con él desde su mirada y ha aprendido a mirar como él hacia la apertura infinita que espera y reclama.[Julio Cortázar, La vuelta al día en ochenta mundos, Madrid, Debate, 1991, pp. 317-319. La cursiva és nostra: la negreta, de l’original]
·
A efectes de la nostra hipòtesi, aquest capítol resulta, si bé no del tot concloent, sí tremendament significatiu. A la llum d’aquest text, creiem que no només es fa possible plantejar el fet que Cortázar va escamotejar qualsevol menció a l’Ofterdingen o a Novalis dins Rayuela, sinó que també posa de manifest que va voler mantenir el silenci sobre la qüestió al llarg de la vida que li quedava, meditant en secret sobre la qüestió, covant l’esperança que algun dia un lector actiu ho descobrís, i subministrant aquí i allà noves pistes que facilitessin aquesta possibilitat.
·
Malgrat aquesta hipotètica voluntat de silenciar la qüestió, en aquesta tercera etapa trobem encara dues mencions més a Novalis. La primera, dins el text de Prosa del observatorio, publicat al 1972. es tracta d’una menció molt breu, i que en principi resulta d’escassa rellevància per als nostres propòsits. Cortázar està parlant de l’erotisme del temple de Jai Singh, i comenta:
·
Como en las pinturas de Remedios Varo, como en las noches más altas de Novalis, los engranajes inmóviles de la piedra agazapada esperan la materia astral para molerla en una operación de caliente halconería [Julio Cortázar, Prosa del observatorio, Buenos Aires, Lumen/Edicions de la Flor, 1986, p. 45]
·
Com veiem, no podem situar la menció d’una forma precisa respecte alguna vessant concreta de l’obra de Novalis. Ara bé, aquesta menció, així com el llibre en què s’integra, són un exponent clar de la implementació del pensament analògic per part de Cortázar: en el paràgraf s’equipara la pintura de Varo amb un motiu literari de Novalis i amb l’actitud d’unes pedres, mentre que el llibre sencer és el desplegament d’una analogia perllongada entre el temple de Jai Singh i un text científic sobre el cicle vital de les anguiles. Aquest seria un bon objecte d’estudi per a abundar en la nostra hipòtesi: tot i que Cortázar advoca pel pensament analògic des d’escrits molt primerencs (cfr., sobretot, el ja esmentat article «Para una poética»), fa tot l’efecte, comparant-ho amb obres anteriors, que Rayuela suposa un salt qualitatiu en aquesta qüestió, i que a partir d’aquesta obra Cortázar maneja amb molta més desimboltura i gosadia les relacions entre diferents àmbits, com ho demostra justament el text de Prosa del observatorio: aquest salt qualitatiu podria estar traduint la influència de Novalis en Cortázar.
·
La darrera menció a Novalis és també de poca entitat però resulta, per contrast amb l’anterior, més important. Es tracta del darrer paràgraf de l’escrit titulat «Un sueño realizado», de 1980. En aquest article Cortázar descriu una experiència viscuda en la seva edat madura, i que ve a culminar la seva expectativa de realizar una visió descrita per Julio Verne a la seva novel·la El rayo verde, llegida per l’escriptor argentí en la seva infantesa. Aquesta visió i aquesta experiència són com la realització d’un ideal de conciliació entre la vigília i el somni, entre la realitat i la meravella: el raig verd és per a l’scriptor argentí el símbol vernià d’aquesta conciliació. Al darrer paràgraf de l’escrit, Cortázar esmenta els altres símbols que, per a ell, representen aquest mateix ideal:
·
Un poeta romántico hubiera escrito esto mucho mejor, don Gaspar o Shelley. Ellos vivían en un sueño diurno, y lo realizaban en sus poemas. La flor azul de Novalis, la urna griega de John Keats, el perfil de los dioses de Hölderlin. Mi rayo verde se vuelve a la nada en el mismo instante en que lo digo; pero era él, era tan verde, era por fin mi rayo verde. De alguna manera supe ayer que mucho de lo que defiendo y que otros creen quimérico, está ahí en un horizonte de tiempo futuro, y que otros ojos lo verán también un día
·
Les companyies de Novalis en aquest fragment són novament les dels autors més celebrats per Cortázar: aquest cop combina poetes –Keats i Hölderlin– amb un novel·lista –Verne–, i és cert que parla de Novalis com a «poeta romántico», però el símbol que remet a l’alemany, la Flor Blava, pertany a la seva vessant narrativa, i no a la de poeta.
·
I no perdem de vista la frase final: «y que otros ojos lo verán también un día».
·
·
·