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Entre lo visible de Rayuela (la novela) y su parte oculta (el Rayuela
insólito) Cortázar dispuso multitud de pasajes que permitiesen el tránsito
del uno al otro: el autor los denominó «intercesores». En ellos se puede
observar (siempre en modo metafórico) o bien una contraposición entre lo oculto
y lo manifiesto, o bien un cuestionamiento de lo visible, o bien una
vindicación de lo oculto. ¿Cuántas veces lo dijo? ¿Cuántas metáforas distintas
utilizó?
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Los subrayados, en el original.
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Rayuela, capítulo 142
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3. –Habla con figuras –dijo Ronald–. Es siempre
el mismo.
2. –No hay otra manera de acercarse a todo lo
perdido, lo extrañado. Ella estaba más cerca y lo sentía. Su único error era
querer una prueba de que esa cercanía valía todas nuestras retóricas. Nadie
podía darle esa prueba, primero porque somos incapaces de concebirla, y segundo
porque de una manera u otra estamos bien instalados y satisfechos en nuestra
ciencia colectiva. Es sabido que el Littré nos hace dormir tranquilos, está ahí
al alcance de la mano, con todas las respuestas. Y es cierto, pero solamente
porque ya no sabemos hacer las preguntas que lo liquidarían. Cuando la Maga
preguntaba por qué los árboles se abrigaban en verano… pero es inútil, mejor
callarse.
1. –Sí, todo eso no se puede explicar –dijo
Ronald
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Cuaderno, pág. 99
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Anagogía: interpretación mística de las Escrituras. “Anagógicamente”, o sea, de lo literal a lo simbólico.
Absconditum clavis (Clave de las cosas ocultas)
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Cuaderno, pág. 125
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El doppelgänger Todo lo que podría ser:
Quizá lo que ocurre es otra cosa, que no vemos.
Quizá hay como un segundo acontecer por encima o a través de lo que pasa.
Quizá hay una duplicación de signo inverso (por eso el sentimiento de doppelgänger)
Quizá la Maga está ahí, entonces.
Quizá nunca hubo Maga y solamente Talita.
Quizá solamente hubo Pola, Lilith
–¿Por qué –dice Traveler– este absurdo de los piolines?
–¿Es absurdo? Desde el territorio, sí. Pero además, ¿no crees que a veces hay que empujar un poquito? La almohada, el sexo, la música... Poner un piolincito en vez del editorial de La Nación...
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